No son pocas las ocasiones en las que insistimos sobre la importancia de un buen mantenimiento del vehículo para evitar posibles averías y, sobre todo, garantizar la seguridad vial. Pero hay otro aspecto que cobra cada vez más relevancia y que también se controla con un buen estado del vehículo: la contaminación que genera el coche. Si notamos que nuestro vehículo repentinamente consume más combustible y, por tanto, contamina más, deberemos atender a las causas para solventarlo lo antes posible.

Por qué sube el gasto en tu vehículo

A continuación, te contamos los motivos más frecuentes por los que un vehículo comienza a consumir y contaminar más y te damos consejos para solucionarlo.

Los neumáticos, fundamentales

Bien sea la presión, bien sea el estado general, los neumáticos son decisivos en el consumo de combustible del vehículo. Se estima que son responsables de alrededor del 20 % del consumo total. De ahí la necesidad de llevarlos en buenas condiciones.

La presión, por ejemplo, debe estar siempre adaptada a la carga, conforme a las indicaciones del fabricante. Tanto el sobreinflado como el subinflado provocan efectos negativos en la seguridad y el consumo del vehículo, como un desgaste irregular, pérdida de agarre o exceso de rozamiento.

Puedes consultar los valores adecuados en el manual del vehículo o en la zona interior de la puerta derecha delantera, la del pasajero.

El desgaste es otro de los factores que también hay que controlar para ajustar el consumo. Los indicadores que incorporan todos los neumáticos nos marcarán cuando cambiarlos. El límite legal establece una profundidad mínima de 1,6 mm, pero es más que aconsejable sustituirlos al pasar los 3 mm.

¿Aumenta el consumo? Revisa las bujías

Cuando notamos un incremento del consumo de combustible, uno los puntos que primero deberías revisar son las bujías y calentadores, en el caso de los vehículos diésel. De hecho, es este aumento uno de los más claros indicios de que algo falla con ellas. Si, además, notas que cuesta arrancar el coche o tirones al circular o pérdida de potencia, lleva un vehículo a un taller para que te revisen las bujías. Probablemente necesites cambiarlas.

Aceite en malas condiciones

Imprescindible para proteger y lubricar el motor, el aceite evita el desgaste excesivo por fricción, pero un aumento del consumo de combustible puede señalar también que algo no va bien con este componente.

Por eso, es esencial usar un buen aceite y cambiarlo cuando marca el fabricante. De este modo, se mantiene el consumo, así como las emisiones de CO2 y de gases contaminantes, en niveles aceptables, al tiempo que se protege el motor puesto que el mal mantenimiento del aceite puede perjudicar seriamente al motor. No debes olvidar en este proceso el cambio del filtro.

Y hablando de filtros, el del aire es uno de los que más afectan en el consumo y la contaminación, pero evitar las consecuencias de su mal estado es sencillo. Basta con sustituirlo regularmente. Evitarás que tu bolsillo sufra por el exceso de consumo y mejorará enormemente el rendimiento de tu vehículo.

Otros componentes que también cuentan

En caso de notar un aumento del consumo, no debes olvidar revisar este componente, que se encarga de distribuir el combustible en el interior del motor. Cuando no realizan correctamente su función, la mezcla no será homogénea y esto hace que aumente el consumo. Revisarlos adecuadamente reduce, pues, consumo y contaminación.

Con menor efecto sobre el consumo, pero sin ser despreciable, unas pinzas de freno en mal estado provocan una presión constante sobre los discos con un efecto de frenado permanente, lo que incrementa el gasto de combustible.

Igualmente, los fallos en el sistema de escape ya sean fugas, roturas del catalizador u obturaciones del filtro de partículas, generan una mala combustión del carburante, incrementando grandemente el consumo.

Es probable que no hayas oído hablar de la sonda lambda, pero afecta al consumo y la contaminación que genera tu vehículo si funciona ineficientemente, dado que regula la relación aire/combustible en el proceso de combustión.

Bomba y tapón del depósito de combustible

Deberías, asimismo, revisar la bomba de combustible, que envía el líquido al motor desde el depósito, y el tapón del depósito, en caso de que notes que tu coche gasta más.

Si la bomba no funciona correctamente, la presión del combustible no será la adecuada, provocando una mala combustión.

Por último, no dejes de comprobar el tapón del depósito. Algo tan simple puede afectar en caso de daños, ya que, al no cerrar bien, el combustible se evapora con facilidad y tendrás que repostar con mayor frecuencia.

Destaquemos para terminar la influencia de la carga en el consumo. No es lo mismo conducir con pocos pasajeros y sin equipaje que con mucho peso adicional. La forma de conducir también afecta: acelerones bruscos, frenazos frecuentes y velocidades elevadas incrementan tanto el gasto como las emisiones. Te recomendamos conducir de manera suave y constante para optimizar el rendimiento y reducir el impacto ambiental.

Como ves, los problemas con los excesos de consumo y contaminación se solucionan con un adecuado mantenimiento del vehículo. Acude a tu taller Kumho Platinum Club (KPC) más cercano para realizar una revisión con rapidez y eficacia de los principales puntos de tu vehículo, de modo que lo tengas siempre en perfectas condiciones.

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