El verano es, sin duda, la estación predilecta para viajar por nuestro país, con millones de desplazamientos que llenan las carreteras en busca de vacaciones o simples escapadas. Sin embargo, esta temporada también trae consigo un aumento en las posibilidades de sufrir averías en nuestros vehículos, tanto por las altas temperaturas como por la gran cantidad de kilómetros recorridos y, cómo no, por la falta del mantenimiento adecuado.
Las averías más habituales en verano
Así las cosas, ¿estamos realmente preparados para afrontar esta temporada? Conozcamos las averías más frecuentes en verano para, de este modo, estar preparados para evitarlas.
Teniendo en cuenta que el enemigo de nuestro vehículo es el calor, entre los problemas más habituales que causa encontramos:
Desgaste de los neumáticos
En muchas regiones del país, las temperaturas alcanzan los 40 ºC cuando no se superan. Y eso significa que el asfalto y otros pavimentos están a temperaturas aún más altas. Este calor extremo acelera el deterioro de los compuestos de los neumáticos, lo que reduce su adherencia y eficacia en la evacuación del agua en días de tormentas veraniegas. Además, puede aumentar el riesgo de pinchazos o reventones espontáneos, poniendo en peligro la seguridad del conductor y los pasajeros.
Sobrecalentamiento del motor
El calor excesivo puede poner a prueba la capacidad del sistema de refrigeración del motor, fundamental en esta estación. Si el líquido refrigerante no está en niveles adecuados, el motor puede recalentarse, provocando averías graves.
Por eso, es fundamental revisar el nivel y la calidad del refrigerante y del aceite, además de asegurarse de que los componentes del sistema de enfriamiento estén en buen estado.
Al igual que ocurre con el refrigerante, el aceite del motor también necesita estar en los límites establecidos y los manguitos en un buen estado. Debemos alertarnos si estuviesen deformados o resecos.
Válvula EGR y partículas contaminantes
La válvula EGR, que se encarga de la recirculación de gases con partículas contaminantes, también se ve afectada por el calor. El aumento en la cantidad de partículas en verano puede sobrecargarla y puede derivar en una combustión ineficiente, con consecuencias irreparables para el motor.
Uso intensivo del aire acondicionado
El aire acondicionado es imprescindible en verano, especialmente en trayectos largos. Pero su uso excesivo puede tener consecuencias. Conectar el sistema a máxima potencia para enfriar rápidamente el habitáculo puede sobrecargar el motor y obstruir los canales del sistema, acelerando su deterioro. Es recomendable usarlo con moderación y realizar revisiones periódicas.
Problemas en los limpiaparabrisas
La goma de los limpiaparabrisas también sufre con las altas temperaturas, pudiendo cuartearse y perder eficacia. Esto afecta la capacidad de limpiar la luna del vehículo en caso de lluvia, dificultando la visibilidad, lo que aumenta el riesgo.
Cómo evitarlas
No queda otra: lo mejor para evitar estas incidencias en el verano es acudir a un taller de confianza. Sin embargo, también puedes llevar a cabo algunas sencillas para cuidar tu coche y garantizar un viaje seguro y sin imprevistos:
- Proteger el vehículo del sol: Siempre que puedas, aparca en sombra o en un garaje para reducir la exposición a temperaturas extremas que pueden afectar componentes como las gomas y la pintura.
- Evitar conducir en las horas más calurosas: Las temperaturas del asfalto alcanzan su punto máximo en las horas centrales del día, lo que puede incrementar el riesgo de sobrecalentamiento y desgaste de las piezas.
- Vigilar los indicadores del coche: Presta atención a los testigos luminosos y revisa que todo esté en orden antes de salir y durante el trayecto. La detección temprana de posibles fallos puede evitar averías mayores.
- Revisar niveles de líquidos: Asegúrate de que los niveles de refrigerante, aceite y líquido del parabrisas estén en los límites recomendados. Si notas pérdidas o irregularidades, acude a tu taller para una revisión exhaustiva.
- Abrir las ventanillas al arrancar: Esto ayuda a eliminar partículas y humedad que puedan obstruir el sistema de aire acondicionado, prolongando su vida útil.
- No sobrecargar el vehículo y descansar con frecuencia: Evita conducir durante largos periodos sin pausas, especialmente en días calurosos. Lleva siempre agua fresca para mantenerte hidratado y prevenir golpes de calor.
Siguiendo estos consejos, disfrutarás de los viajes de verano con mayor tranquilidad, con tu vehículo preparado para afrontar las altas temperaturas.
Recuerda, además que, a pesar de que puedas revisar ciertas partes de tu vehículo tú mismo, debes realizar un mantenimiento periódico y adecuado de tu vehículo en talleres profesionales, como los de la red Kumho Platinum Club (KPC), donde te devolverán tu vehículo en perfectas condiciones con rapidez y eficacia.